1 de octubre de 2013

Mi YO religioso: Experimentando con lo inesperado

Llevo mucho tiempo dándole vueltas a este post, de hecho tengo la sensación de haberlo escrito ya varias veces, pero no por ello es menos cierto que allí donde vaya, me encuentro con un grupo enorme de gente con unas inquietudes que abruman de no afrontarlas como se debe hacer, desde dentro.

Aun es un poco pronto para hacer un verdadero juicio de valor pero os voy a poner en situación para que entendáis por dónde van los tiros. Acabo de mudarme a Escocia, 20 días llevo disfrutando de este país, siendo además el primer sitio que no es extrictamente católico, en el que asiento (más o menos) mi vida. Pero no sólo, no es católico, es que la variedad de ramas del cristianismo que aquí confluyen es impresionante.


Hay tantos "tipos" de Iglesias y la gente habla tan bien de "su" Iglesia, que he decidido probar varias "modalidades" antes de emitir un juicio de valor que puede que publique o que se quede en el tintero electrónico de entradas sin terminar. En realidad todos profesamos lo mismo pero en las formas está el detalle. Me siento, y probablemente lo haré siempre, católico pero me gustaría ver lo que me estoy perdiendo antes de decidir desechar el resto de "amadores" de Jesús por el mero hecho de no es la mía.

Hasta ahora he probado una Iglesia Presbiteriana, que no utilizan instrumentos, y una Iglesia Bautista, con proyector y banda de rock. Ambas son MUY diferentes a lo que estoy acostumbrado pero con un sentimiento común cuando he ido: la cercanía, el cariño, la aceptación.


Probablemente la Presbiteriana no está hecha para mí porque a día de hoy no puedo entender una misa sin guitarra, o mejor dicho, no puedo concebir no volver a escuchar una guitarra en misa, pero por ejemplo la Bautista tiene tintes de ser una Iglesia que podría casar muy mucho con mis gustos personales y con lo que yo le pediría a mi religión.

No hay comentarios: