31 de enero de 2012

Carta de su Majestad Gaspar

He dejado pasar unas semanas para que la emoción de lanzar balones no me nublara mi capacidad de recordar a la mayoría (seguro que alguien se me escapa) de la gente sin la que esta experiencia no habría sido posible. Y vamos a ello:

Los Scout de Matalascañas; además de haber sido algunos de los pajes de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, han estado al pie del cañón, organizando la gimcana, participando, asistiendo y ayudando en lo que hemos preparado.


Los "ex-Reyes Magos"; sus Majestades de años anteriores se han portado como verdaderos anfitriones dejándonos sus vestimentas y dándonos más de un consejo de esos que hacen valer el dicho de que "la experiencia es un grado".

Los comercios de Matalascañas; en tiempos de crisis, con casi todo cerrado y sin saber el tiempo que haría el día 6, colaboraron para que la cabalgata fuera, si cabe, un poco mejor.

El pueblo de Matalacañas; cada uno con sus problemas y sus líos relacionados con su vida diaría, ha comprado nuestra lotería, disfrutado del teatro y cenado con nosotros a lo largo del duro otoño de nuestra querida y cada vez más solitaria playa.


Nuestros amigos de toda la vida; nos han aguantado cuando más pesados nos hemos puesto, nos han consolado cuando llevábamos 30 series vendidas en noviembre, nos han ayudado cuando se lo pedíamos (y cuando no también) y han soportado pacientemente alguna que otra voz fuera de tono.

Nuestras familias; si nuestros amigos han aguantado voces fuera de tono, lo de nuestros familiares ha sido desproporcionado. Nos han dado toda su paciencia y, mal que les pesara, han hecho posible que la cabalgata saliera.


El resto de las carrozas; contribuyeron con su entusiasmo y sus disfraces a que la cabalgata fuera posible ya que sin ellas hubiese quedado todo insulso y anodino. ¡Qué demonios, no habríamos salido!

La asociación de mujeres, con sus tortillas, sus bizcochos y su alegría, hicieron que el teatro fuera recordado, además de por la maravillosa obra, por su exquisito menú sin precedentes.



Los valientes pajes reales; aceptaron sin miramientos subirse a la carroza (sabedores de la actitud mandona de algún que otro monarca :P), soportaron caramelazos en las orejas y confeti en los ojos sin más alguna lagrimita momentánea (probablemente de la emoción xD) y nos ayudaron en la importantísima labor de repartir ilusión entre los más pequeños y los que no lo son tanto.


Melchor y Bartasar; me jacto, no sin que me inunde un mar de vergüenza, de ser, con toda seguridad, el rey que menos se lo ha currado para ser Rey Mago de todos los que han pasado por esta nuestra humilde playa. Ese trabajo que yo he evadido, se lo han tenido que merendar, sin pan ni nada, mis dos compañeras de viaje (podemos decir que han cargado con todo el incienso además de sus respectivos regalos). Aun así, con nuestros más y nuestros menos, ésta es una experiencia de esas que te hacen, si cabe, más "familia" con las personas con las que lo has vivido (una experiencia ojalá).


Todos vosotros habéis conseguido hacer al Rey Gaspar escribiros esta carta de agradecimiento desde lo más lejano del Lejano Oriente, a última hora del último día del mes en el que más feliz me hicisteis.

Gracias.



No hay comentarios: