8 de junio de 2010

Like ships in the night

El título que da vida a este post es una expresión (inglesa evidentemente) que se refiere a esas personas que conocemos en algún momento concreto, conectamos, hablamos durante horas (o días, o lo que sea) y después no volvemos a saber de ellas.

Hoy os voy a contar uno de esos momentos. No revelaré cuando fue para guardarme las espaldas ya que algunos no saben de la existencia de este viaje y no es realmente importante, aunque sí os diré que era en un tren con 5 horas por delante y sin una pizca de sueño (por lo tanto, era de noche :P).



No fuimos dos sino cuatro los que recordaremos este viaje con un cariño especial (o eso creo), un sevillano, una sevillana, un camarero de una mezcla muy divertida y muy mariquita y un servidor. Siendo como soy y por mi forma de contar las cosas con muchos superlativos pensaréis que estoy exagerando pero os aseguro que no. He dejado pasar bastante tiempo desde que viví esta experiencia para hablar con algo de criterio pero la opinión es la misma.... ¡QUE BIEN ME LO PASÉ!

Al ser de noche la cafetería estaba casi vacía todo el tiempo por lo que pudimos disfrutar de la excelente compañía de Manolo (el camarero) prácticamente todo el tiempo y así se sucedía las impresionantes historias toda la noche. Y es que Manolo es un camarero de vocación de los que cuando conoces uno, lo sabes perfectamente, sabes que has conocido a alguien que disfruta trabajando, que te cuenta historias y escucha con atención las tuyas, al fin y al cabo, que es un sonrisor de primer tipo (para los que no lo sepan las palabras subrayadas son enlaces a otras páginas que me recuerdan a algo que tiene que ver con lo que estoy diciendo).






Los dos sevillanos iban juntos y tenían anécdotas de las que te emocionan y te mantienen en tensión constante, la que más me marcó fue la historia de el día que él decidió con un amigo irse a un país apunto de estallar en guerra con una cámara para conocer la realidad de lo que allí ocurre, ¡madre mía que loco!; u otras historias que te hacen reír a carcajadas. 


Si supiera que voy a conocer gente "like ships in the night" a lo largo de los viajes en solitario, viajaría a diario en busca de aventuras de esas que te hacen estremecerte, capaces de coger al hippy más liberal y al cristiano más cerrado de todas las edades y unirlos para disfrutar aprendiendo de las experiencias de los demás.


No tengo más que agradecer a Manolo, Carlos y Elena esta mágica noche. Gracias por sonreír.

1 comentario:

Una Jaula de Oro dijo...

eaa ahi esta er tio con sus vaciladas del advanced!!!! jejej qué crak eres!!